Visita a Vidal Hnos.
Ayer fui a visitar a unos amigos que acaban de tener una preciosa niña. De camino hacia tan feliz encuentro pasé por la calle Baltasar Gracián, cerca de la Universidad. Siempre que paso por esa zona no puedo evitar entrar en la librería de viejo Vidal Hnos. Me encanta recorrer sus estanterías y sus cajones. Siempre acabo encontrando algo que llevarme a casa.
Me entretuve poco, tenía prisa por ver a la pequeña recién nacida. Así que di un paseo rápido y cacé al vuelo un ejemplar de "La guerra de los mundos" de H.G.Wells en una traducción de Ramiro de Maeztu y con tapa dura por 2,98 . He leído muchos libros de aventuras, pero pocos de ciencia-ficción, así que si he de aficionarme alguna vez habrá que empezar por alguno de los buenos.
Luego vi que había un expositor que no había visto hasta la fecha. En él había muchísimas cosas interesantes. Enseguida se agarró a mi mano sin que pudiera soltarla, una colección de artículos, escritos, reflexiones,... de Miguel de Unamuno titulada "De mi país" en una edición de Espasa Calpe del año 43. El prólogo comienza así:
"Agavillo y anudo en este tomo, antes de que se me pierdan desparramados en las hojas volantes de diarios y revistas en que se estamparon, aquellos de mis escritos que tocan de cerca o de lejos a mi país y a sus cosas y personas."
Después, decidí comprar como mucho un sólo libro más. No me gusta perder la esperanza de leer todo lo que tengo en casa, así que tres libros cada vez que voy a una librería es un buen número. Además, evitando comprar los libros por docenas seleccionas un poco más.
El tercer libro me dio más que pensar. Dudé entre uno de Larreta, otro de Azorín -del que sólo he leído "Las confesiones de un pequeño filósofo" siguiendo el criterio de un amigo catalán y me gustó mucho-, o comprarme otro de Unamuno. Opté por esta última opción. De Unamuno he leído su poesía y "San Manuel Bueno Martir", libro que me pareció exquisito por su lenguaje y sobre todo por la profundidad psicológica de su personaje principal. No se puede separar al Unamuno escritor del filósofo y del inventor de palabras (Él inventó el término papiroflexia entre otras cosas) y en todas esas facetas Don Miguel es extraordinario. De Unamuno me fascinan incluso las pequeñas historias, sus anécdotas, su valentía ante la vida reflejada entre otras situaciones en su famoso enfrentamiento con Millán Astray. También sus conversaciones con otras personas a las que siempre escandalizaba o fascinaba con su ingenio:
- Yo debí entrar en el seminario.
¡Ay de mí, que he errado mi vocación!
- ¿En un seminario usted, don Miguel?
- Sí. Debiera haber sido cura.
- Y ¿para qué quiere usted ser cura?
- Pues, para ser obispo.
- ¿Obispo? ¿Y para qué quiere ser obispo?
- Pues, vea, para decir herejías; que las digo ahora y nadie me lleva el apunte; que si fuera obispo...
Así que a pesar de haberle leído tan poco aún, decidí comprarme "Recuerdos de niñez y de mocedad". En una edición del año 42.
En total 3 libros por menos de 9 . Aún hay quien dice que los libros son caros. Debe ser que sólo leen novedades. Puede que alguno de estos libros no me guste. Todo puede ocurrir. Pero sería rarísimo que no sintiera mi espíritu alimentado por ninguno de los tres. Así que, dándole vueltas a la cabeza, me pregunto ¿para qué me voy a comprar ningún superventas? "El código Da Vinci" cuesta unos 23, y casi todas las personas de cuyo criterio me fio, dicen que no es para tanto. Hay excepciones; conozco gente con muy buen gusto a los que les ha encantado. Pero eso sí, no conozco a nadie que se atreva a argumentar en contra de la calidad de Unamuno o de H.G.Wells. Con esto y sabiendo que una vida no es tiempo suficiente para leer todo lo que merece la pena leer, ¿cómo voy a asumir ese riesgo de perder el tiempo? Seguro no hay nada, pero mi intuición me dice que he acertado con mi elección. Sólo espero que en mi próxima visita a Vidal Hnos. sigan allí esos libros de Azorín.
Me entretuve poco, tenía prisa por ver a la pequeña recién nacida. Así que di un paseo rápido y cacé al vuelo un ejemplar de "La guerra de los mundos" de H.G.Wells en una traducción de Ramiro de Maeztu y con tapa dura por 2,98 . He leído muchos libros de aventuras, pero pocos de ciencia-ficción, así que si he de aficionarme alguna vez habrá que empezar por alguno de los buenos.
Luego vi que había un expositor que no había visto hasta la fecha. En él había muchísimas cosas interesantes. Enseguida se agarró a mi mano sin que pudiera soltarla, una colección de artículos, escritos, reflexiones,... de Miguel de Unamuno titulada "De mi país" en una edición de Espasa Calpe del año 43. El prólogo comienza así:
"Agavillo y anudo en este tomo, antes de que se me pierdan desparramados en las hojas volantes de diarios y revistas en que se estamparon, aquellos de mis escritos que tocan de cerca o de lejos a mi país y a sus cosas y personas."
Después, decidí comprar como mucho un sólo libro más. No me gusta perder la esperanza de leer todo lo que tengo en casa, así que tres libros cada vez que voy a una librería es un buen número. Además, evitando comprar los libros por docenas seleccionas un poco más.
El tercer libro me dio más que pensar. Dudé entre uno de Larreta, otro de Azorín -del que sólo he leído "Las confesiones de un pequeño filósofo" siguiendo el criterio de un amigo catalán y me gustó mucho-, o comprarme otro de Unamuno. Opté por esta última opción. De Unamuno he leído su poesía y "San Manuel Bueno Martir", libro que me pareció exquisito por su lenguaje y sobre todo por la profundidad psicológica de su personaje principal. No se puede separar al Unamuno escritor del filósofo y del inventor de palabras (Él inventó el término papiroflexia entre otras cosas) y en todas esas facetas Don Miguel es extraordinario. De Unamuno me fascinan incluso las pequeñas historias, sus anécdotas, su valentía ante la vida reflejada entre otras situaciones en su famoso enfrentamiento con Millán Astray. También sus conversaciones con otras personas a las que siempre escandalizaba o fascinaba con su ingenio:
- Yo debí entrar en el seminario.
¡Ay de mí, que he errado mi vocación!
- ¿En un seminario usted, don Miguel?
- Sí. Debiera haber sido cura.
- Y ¿para qué quiere usted ser cura?
- Pues, para ser obispo.
- ¿Obispo? ¿Y para qué quiere ser obispo?
- Pues, vea, para decir herejías; que las digo ahora y nadie me lleva el apunte; que si fuera obispo...
Así que a pesar de haberle leído tan poco aún, decidí comprarme "Recuerdos de niñez y de mocedad". En una edición del año 42.
En total 3 libros por menos de 9 . Aún hay quien dice que los libros son caros. Debe ser que sólo leen novedades. Puede que alguno de estos libros no me guste. Todo puede ocurrir. Pero sería rarísimo que no sintiera mi espíritu alimentado por ninguno de los tres. Así que, dándole vueltas a la cabeza, me pregunto ¿para qué me voy a comprar ningún superventas? "El código Da Vinci" cuesta unos 23, y casi todas las personas de cuyo criterio me fio, dicen que no es para tanto. Hay excepciones; conozco gente con muy buen gusto a los que les ha encantado. Pero eso sí, no conozco a nadie que se atreva a argumentar en contra de la calidad de Unamuno o de H.G.Wells. Con esto y sabiendo que una vida no es tiempo suficiente para leer todo lo que merece la pena leer, ¿cómo voy a asumir ese riesgo de perder el tiempo? Seguro no hay nada, pero mi intuición me dice que he acertado con mi elección. Sólo espero que en mi próxima visita a Vidal Hnos. sigan allí esos libros de Azorín.
3 comentarios
corsaria -
acróbatas -
Más besos...
acróbatas -
Te deseo una feliz verbena y ¡no te olvides de saltar la hoguera! :)
Besos de "la nit de Sant Joan"...