Filosofía de bar de estudiantes.
Son las siete de la tarde en la mesa de un bar de estudiantes. Una chica de 19 años se dispone a dejar a su novio.
Su novio es un cincuentón prematuro, nacido en el año 84 por más señas. Aprendiz de filósofo y estudiante de primer año. Un co.
- qué te pasa, boba, que se te ve tan triste. ¿Estás preocupada por algo?
- No, no es nada, es que...
- Venga cuéntamelo ¿qué te pasa?
- Mira cari, he estado pensando.... ...y... ...no sé... ...cómo te diría yo...
- ¿vas a dejarme?...- pregunta incrédulo y sorprendido
...¡vas a dejarme!...
No hace falta ni siquiera un gesto de su novia para que él comprenda.
- No si es que al final, todas sois iguales.-Sentencia antes de levantarse, apurar su cerveza, picar unos cacahuetes e irse.
Mientras, en la barra, un habitual de las tertulias de estudiantes, experto en silencios, escuchador de vocación, decide probar con la camarera:
- Algún día me decido, espero a que termines tu turno, y te llevo al cine.
- Qué original, eres el cuarto que me dice eso en las tres horas que llevo aquí -responde la camarera con sorna.
En ese momento, nuestro amigo quiere que ocurra algo que desvíe la atención de su pretendida, pero no ocurre, y los dos se sostienen la mirada por tres segundos que se convierten en eternos. Acaba rompiendo el silencio la camarera.
- ¿pero sabes qué?
- ... -silencio de dos segundos más.
- Que a ti voy a dejarte que me lleves al cine.
Su novio es un cincuentón prematuro, nacido en el año 84 por más señas. Aprendiz de filósofo y estudiante de primer año. Un co.
- qué te pasa, boba, que se te ve tan triste. ¿Estás preocupada por algo?
- No, no es nada, es que...
- Venga cuéntamelo ¿qué te pasa?
- Mira cari, he estado pensando.... ...y... ...no sé... ...cómo te diría yo...
- ¿vas a dejarme?...- pregunta incrédulo y sorprendido
...¡vas a dejarme!...
No hace falta ni siquiera un gesto de su novia para que él comprenda.
- No si es que al final, todas sois iguales.-Sentencia antes de levantarse, apurar su cerveza, picar unos cacahuetes e irse.
Mientras, en la barra, un habitual de las tertulias de estudiantes, experto en silencios, escuchador de vocación, decide probar con la camarera:
- Algún día me decido, espero a que termines tu turno, y te llevo al cine.
- Qué original, eres el cuarto que me dice eso en las tres horas que llevo aquí -responde la camarera con sorna.
En ese momento, nuestro amigo quiere que ocurra algo que desvíe la atención de su pretendida, pero no ocurre, y los dos se sostienen la mirada por tres segundos que se convierten en eternos. Acaba rompiendo el silencio la camarera.
- ¿pero sabes qué?
- ... -silencio de dos segundos más.
- Que a ti voy a dejarte que me lleves al cine.
6 comentarios
Cide -
acróbatas -
Bo Peep -
Athe -
De acuerdo en echarle valor...aunque salga bien...aunque salga mal...El que no juega seguro que no le toca.
Javier -
Satori -