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Cide Hamete

La hipocresía.

Artur Mas, aprovechando la campaña electoral que se lleva a cabo en Cataluña, ha dicho que los bienes de la franja no saldrán de Cataluña porque están clasificados como patrimonio catalán. Esto es, le pusieron el sello igual que cuando eres crío les pones tu nombre a los libros que llevas a la escuela.

Qué curioso que hasta ahora todos los políticos de Cataluña, o del gobierno central se inhibieran del asunto diciendo que era un problema eclesiástico. Ahora ya no lo es porque el último tribunal eclesiástico al que se podía recurrir ha dado la razón a los intereses aragoneses. Entonces, ¿ahora sí que es un problema político? La ministra de cultura Carmen Calvo dijo que ahora no había más remedio que devolver al César lo que es del César, pero lo dijo con la boca pequeña, no vayamos a liarla. Nadie más del gobierno se ha mojado.

Artur Mas quiere apoyar al obispo Ciuraneta en su estúpido recurso al tribunal de la Rota. Ahora, insisto, ya no es un problema eclesiástico como defendieron hasta hace bien poco. Lo más curioso es que cuando se le pregunta lo que desde Aragón parece evidente respecto a la similitud de este caso con el de los papeles de Salamanca, responde que no se puede comparar, sin dar razonamientos lógicos. Claro que no se puede comparar, entonces encontraron una manera de que el derecho les asistiera, y ahora no la encuentran.

Mecagüen la hipocresía, y en particular mecagüen Artur Mas.

1 comentario

inde -

Lo peor de todo es que esos bienes están catalogados por Cataluña de manera fraudulenta: lo hicieron cuando el litigio ya estaba iniciado y Aragón los reclamaba. Y me extraña tanto que las instituciones no insistan en eso... A que mosquea.
Respecto de los "papeles" de Salamanca, también hay un detalle clarificador: si era una cuestión de robo declarado, etc., ¿por qué no se han devuelto a las demás comunidades autónomas o entidades que los reclaman, entre ellas algún ayuntamiento aragonés? Bien se cuidó Caldera de decir que, una vez devueltos los que reclamaba Cataluña, se cerraba el grifo. Anda, ¿y eso por qué? ¿No están robados igual unos que otros? ¿A qué derecho nos estamos aferrando ahí? Es tan distinto ese rasero como el que está aplicando el Estado en cuanto a su implicación en el tema de los bienes.