Cómo estar guapa en la oficina.
Leo hoy en el Semanal que acompaña al ejemplar dominical del Heraldo un artículo que se titula "Fresca y guapa en la oficina". Por lo pronto deduzco que el artículo no va dirigido ni a las peluqueras, ni a las cajeras de supermercado, ni a las camareras, ni a dependientas, ni a limpiadoras,...
El artículo consiste en media docena de fotos de unas modelos extremadamente delgadas que posan junto a unos muebles de diseño que yo, que trabajo en una oficina, no he visto en mi vida.
Sorprendido por el hecho de que lo más preocupante en una oficina sea pensar qué modelito he de ponerme al día siguiente, me atrevo a leer los textos. No tienen precio: "Casual Friday. ¿Vaqueros para trabajar? Sí, siempre que sepas sofisticarlos. El 'look' que manda: el pirata". La verdad es que sería capaz de pagar por ver a mis compañeras de oficina vestidas con esos modelos tan espectaculares que aligerarían la jornada del mismo modo que los pósters de algunos camiones, pero sospecho que los sueldos de mi oficina no dan para que tu ropa de diario sea de Moschino, Alba Conde, D&G, Tod's, Pomellato, Dior,...
Alucinando aún por esos muebles imposibles de meter en una oficina normal, me fijo ahora en la actitud de las modelos, que sin duda han debido trabajar muchísimas horas en una oficina. Ninguna está atendiendo por teléfono a un proveedor zoquete, ni calmando a un cliente maleducado, ni dejándose la vista frente a la pantalla del ordenador, ni ordenando papeles (no sale ni un solo papel en todo el artículo), ni sacando cuentas.
Pero mi foto favorita de todo el artículo muestra a una modelo perfectamente maquillada y con un sombrero beis con ribete amarillo, fundamental para que la luz de los fluorescentes no estropee el color del pelo, unas gafas de sol (las radiaciones de la pantalla del ordenador son muy malas), una falda-pantalón por encima de la rodilla, y una blusa abierta hasta cuatro o cinco centímetros por encima del ombligo y que insinúa de una forma bastante clara que la modelo no lleva el incomodísimo sujetador que impediría el correcto desarrollo de su trabajo de oficina al limitar su movilidad. Para hacer aún más completa la foto, la modelo apoya sus dos pies sobre un taburete que hace juego con el sillón rojo con patas de diseño sobre el que está sentada, en actitud indudable de trabajo.
¡Cuánto ganarían las oficinas en España si las oficinistas siguieran al pie de la letra los consejos de este artículo!:
- ...sube el tono y olvídate de los colores pastel de niña buena
- ...rescata del armario la falda pantalón de tu adolescencia. Se lleva de talle bajo y con cinturón.
- ...los complementos deben ir a juego.
- ...lo más chic para una reunión de negocios: una falda plisada con top safari.
Cuando veo algunas denuncias estúpidas de ciertas asociaciones feministas dirigidas por personas pendientes de salir en los periódicos demostrando lo supuestamente luchadoras y comprometidas que son, me pregunto si leerán estos artículos. Para ser sincero también a mí me sorprende haberle dedicado tanto tiempo a esta bazofia. En fin, mañana vuelta al trabajo. Supongo que tendré que dedicar lo que queda de tarde a pensar qué camisa va mejor con los zapatos, o si mi reloj es suficientemente vistoso. Aunque igual voy en bermudas. Mejor aún, voy a reservar las bermudas de flores para el viernes. Ya sabéis: 'Casual Friday'
El artículo consiste en media docena de fotos de unas modelos extremadamente delgadas que posan junto a unos muebles de diseño que yo, que trabajo en una oficina, no he visto en mi vida.
Sorprendido por el hecho de que lo más preocupante en una oficina sea pensar qué modelito he de ponerme al día siguiente, me atrevo a leer los textos. No tienen precio: "Casual Friday. ¿Vaqueros para trabajar? Sí, siempre que sepas sofisticarlos. El 'look' que manda: el pirata". La verdad es que sería capaz de pagar por ver a mis compañeras de oficina vestidas con esos modelos tan espectaculares que aligerarían la jornada del mismo modo que los pósters de algunos camiones, pero sospecho que los sueldos de mi oficina no dan para que tu ropa de diario sea de Moschino, Alba Conde, D&G, Tod's, Pomellato, Dior,...
Alucinando aún por esos muebles imposibles de meter en una oficina normal, me fijo ahora en la actitud de las modelos, que sin duda han debido trabajar muchísimas horas en una oficina. Ninguna está atendiendo por teléfono a un proveedor zoquete, ni calmando a un cliente maleducado, ni dejándose la vista frente a la pantalla del ordenador, ni ordenando papeles (no sale ni un solo papel en todo el artículo), ni sacando cuentas.
Pero mi foto favorita de todo el artículo muestra a una modelo perfectamente maquillada y con un sombrero beis con ribete amarillo, fundamental para que la luz de los fluorescentes no estropee el color del pelo, unas gafas de sol (las radiaciones de la pantalla del ordenador son muy malas), una falda-pantalón por encima de la rodilla, y una blusa abierta hasta cuatro o cinco centímetros por encima del ombligo y que insinúa de una forma bastante clara que la modelo no lleva el incomodísimo sujetador que impediría el correcto desarrollo de su trabajo de oficina al limitar su movilidad. Para hacer aún más completa la foto, la modelo apoya sus dos pies sobre un taburete que hace juego con el sillón rojo con patas de diseño sobre el que está sentada, en actitud indudable de trabajo.
¡Cuánto ganarían las oficinas en España si las oficinistas siguieran al pie de la letra los consejos de este artículo!:
- ...sube el tono y olvídate de los colores pastel de niña buena
- ...rescata del armario la falda pantalón de tu adolescencia. Se lleva de talle bajo y con cinturón.
- ...los complementos deben ir a juego.
- ...lo más chic para una reunión de negocios: una falda plisada con top safari.
Cuando veo algunas denuncias estúpidas de ciertas asociaciones feministas dirigidas por personas pendientes de salir en los periódicos demostrando lo supuestamente luchadoras y comprometidas que son, me pregunto si leerán estos artículos. Para ser sincero también a mí me sorprende haberle dedicado tanto tiempo a esta bazofia. En fin, mañana vuelta al trabajo. Supongo que tendré que dedicar lo que queda de tarde a pensar qué camisa va mejor con los zapatos, o si mi reloj es suficientemente vistoso. Aunque igual voy en bermudas. Mejor aún, voy a reservar las bermudas de flores para el viernes. Ya sabéis: 'Casual Friday'
5 comentarios
Antonio -
acróbatas -
Julia -
Es lo que dice Cide, ¿a quién le da el presupuesto para un D&G? Y si te lo compras, no es para la oficina, es para la boda de tu hermana (y de tercera mano).
Qué sociedad más absurda!!!
Minerva -
corsaria -
Cualquier día lo titulan "Cómo estar guapa en el campo." Y salen las modelos cuasi-anoréxicas al lado de un tractor reluciente que nunca ha visto una mota de polvo.. jeje