Cortázar y la mala literatura
Acabo de leer que a Cortázar le gustaba leer mala literatura. No es que él no supiera distinguir la buena de la mala, ni que prefiriera esta última. Simplemente, si un libro era malo, también disfrutaba con él.
Hace tiempo, en una entrevista televisiva a Fernando Trueba, alguien le preguntó qué era un cinéfilo. El dijo algo así como que un cinéfilo no tiene porqué ser un casposo ni un tipo raro; su definición venía a ser que un cinéfilo es aquel que disfruta viendo cine, aunque éste sea malo. Eso sí, observa cómo mejoraría una escena, como iluminaría un decorado, como corregiría a un actor,... Me parece una definición perfecta.
Me pregunto si será lo mismo que me ocurre a mí con la música en vivo. Disfruto tanto en un concierto que he sido capaz de disfrutar con algunos cantantes y grupos realmente insufribles. No digo que yo sea un melómano, que no lo soy, pero recuerdo una vez que llegué tarde a casa y, mientras me ponía el pijama vi en la tele a La Monja Enana. No sé si son capaces de cosas mejores, pero aquella vez el concierto me pareció lamentable. Pero ahí permanecí frente al televisor perdiendo un buen rato de sueño por ver el concierto de La Monja Enana.
Otro caso es el de El Niño Gusano, que no me gustan nada. No digo que no hayan sido un grupo importante, e incluso que puedan tener la calidad en algún sitio que yo no sea capaz de ver. Lo único que digo es que no me gustan nada. Y sin embargo, fui a verles una media docena de veces en directo y disfruté del momento escuchando las letras, leyendo los acordes en las manos del guitarrista,...
Tampoco quiero confundir. He estado en conciertos maravillosos de todo tipo. Cuando has escuchado cantar vidalas a Alicia Fernández y a Patricia Badián, o rocanrol a Mauricio Aznar, o cuando has oído ese dúo incomparable que eran David Angulo y Marisol Aznar en Al son del sur cantando eso de "Sale caro ser poeta" de Gloria Fuertes, la música se convierte en una cosa distinta a los ránkings comerciales, y a los concursos televisivos de karaoke. Entonces la música es sólo arte, y ese arte en concierto te eriza los pelos y los sentimientos.
Pero cómo explicar que incluso fui a ver una vez a Jesús Vázquez. Eso sí, con 16 años y muy bien acompañado. Supongo que soy conciertófilo.
Hace tiempo, en una entrevista televisiva a Fernando Trueba, alguien le preguntó qué era un cinéfilo. El dijo algo así como que un cinéfilo no tiene porqué ser un casposo ni un tipo raro; su definición venía a ser que un cinéfilo es aquel que disfruta viendo cine, aunque éste sea malo. Eso sí, observa cómo mejoraría una escena, como iluminaría un decorado, como corregiría a un actor,... Me parece una definición perfecta.
Me pregunto si será lo mismo que me ocurre a mí con la música en vivo. Disfruto tanto en un concierto que he sido capaz de disfrutar con algunos cantantes y grupos realmente insufribles. No digo que yo sea un melómano, que no lo soy, pero recuerdo una vez que llegué tarde a casa y, mientras me ponía el pijama vi en la tele a La Monja Enana. No sé si son capaces de cosas mejores, pero aquella vez el concierto me pareció lamentable. Pero ahí permanecí frente al televisor perdiendo un buen rato de sueño por ver el concierto de La Monja Enana.
Otro caso es el de El Niño Gusano, que no me gustan nada. No digo que no hayan sido un grupo importante, e incluso que puedan tener la calidad en algún sitio que yo no sea capaz de ver. Lo único que digo es que no me gustan nada. Y sin embargo, fui a verles una media docena de veces en directo y disfruté del momento escuchando las letras, leyendo los acordes en las manos del guitarrista,...
Tampoco quiero confundir. He estado en conciertos maravillosos de todo tipo. Cuando has escuchado cantar vidalas a Alicia Fernández y a Patricia Badián, o rocanrol a Mauricio Aznar, o cuando has oído ese dúo incomparable que eran David Angulo y Marisol Aznar en Al son del sur cantando eso de "Sale caro ser poeta" de Gloria Fuertes, la música se convierte en una cosa distinta a los ránkings comerciales, y a los concursos televisivos de karaoke. Entonces la música es sólo arte, y ese arte en concierto te eriza los pelos y los sentimientos.
Pero cómo explicar que incluso fui a ver una vez a Jesús Vázquez. Eso sí, con 16 años y muy bien acompañado. Supongo que soy conciertófilo.
3 comentarios
Julia -
acróbatas -
Ay, no puedo con el calor...!!!
Irenia -