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Dolía la tarde a través de las ventanas. He bajado a comprar por las tiendas de mi barrio y he intuido que la primavera había pasado por sus calles y ahora estaba en algún otro sitio. Ha pasado desapercibida por la puerta de mi casa. El frío ha sido sucedido por el sopor y la indiferencia. Personas cansadas de moverse bajo el calor me miraban sin verme.
Menos mal que cuando he llegado a casa, en mi sofá, donde la vida puede ser soportable, he encontrado un libro que me estaba esperando.
Los libros no entienden de frío o de calor. Están ahí esperándote, sin ignorarte nunca. Iba a escribir algo profundo, empleando para ello el tiempo que fuera necesario, pero creo que el libro que allí me espera merece que su amor sea correspondido sin tardanza.
Menos mal que cuando he llegado a casa, en mi sofá, donde la vida puede ser soportable, he encontrado un libro que me estaba esperando.
Los libros no entienden de frío o de calor. Están ahí esperándote, sin ignorarte nunca. Iba a escribir algo profundo, empleando para ello el tiempo que fuera necesario, pero creo que el libro que allí me espera merece que su amor sea correspondido sin tardanza.
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Meritxell -