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Cide Hamete

Sábado a la noche.

Así termina esta semana rutinaria, esta semana en la que mis obligaciones familiares me impiden el esparcimiento de sábado que tanto me apetece. En cambio estoy aquí, en casa, Escribiendo para matar unos minutos antes de empezar a leer Los Hermanos Karamazov de Dostoievski. Lo único que he leído en mi vida de literatura rusa son unos cuentos infantiles en un libro de la biblioteca Ricardo Magdalena del Antiguo Matadero, cuando contaba cuentos a los niños. Creo que tenían bastante que ver con los cuentos tradicionales españoles en su estructura, y en la personalidad de los personajes. Los reyes eran sabios, los humildes eran héroes, la inteligencia estaba al servicio de la bondad,...

Leer me permite escapar, vivir otras cosas, conocer, ponerme en la piel de otros sufridores, de héroes, de villanos, de mujeres, de seductores, de reyes,... Si no fuera por eso, esta noche de sábado sería realmente absurdo no pasarla durmiendo. ¡Cuánto me alegraría que me llegara hoy una buena noticia!. Una buena noticia siempre es bien recibida pero en una noche como esta más. No sé, puestos a imaginar ¿qué sería una buena noticia? Por ejemplo, una buena noticia sería que mi amada dejase a su novio, que apareciera el pilot verde de Antonio Pérez Morte, que George Bush dimitiera, que hubiera un golpe de estado en el Vaticano, que mi periquito dijera su primera palabra después de tres años formando parte de esta familia,...

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POETA DE GUARDIA (de Gloria Fuertes)

...¡Otra noche más! ¡qué aburrimiento!
¡Si al menos alguien llamase o llamara o llamaría!
¡La portera!, que si su nieta pare,
y recordase que soy puericultora...
o un borracho de amor con delirium tremendo...

o alguna señorita de aborto provocado
o alguna prostituta con navaja en la ingle
o algún quinqui fugado...
o cualquier conocido que por fin decidiera suicidarse...
o Conferencia Internacional...
(esto sería bomba: pacifista)

O que la radio dijera finalmente:
"¡La guerra de Vietnam ha terminado!"
"el por qué de estar solo ya se sabe"
o "el cancer descubierto"

Y nadie suena, o quema, o hiela o llama
en esta noche,
en la que,
como en casi todas,
soy poeta de guardia.

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