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Cide Hamete

conversación telefónica

ayer tuve una animada conversación telefónica con mi apreciada amiga Nevers. Generalmente nos llamamos para hablar de cualquier cosa que podríamos haber solucionado por correo electrónico, pero ya de paso hablamos de libros, de nuestros conocidos y de cómo nos va la vida. Como ya he dicho, una charla animada.

A propósito de su comentario en el artículo de hace unos días, me comentó que le gusta leer los evangelios, sobre todo para poder usarlos de forma sacrílega. El tema de conversación derivó hacia San Pablo, que es uno de mis personajes bíblicos favoritos. Su figura representa el carácter y el empeño en el camino en contra de las circunstancias.

Me encantó la respuesta tan catalana que me dio al respecto, que fue algo así como: "Claro, porque San Pablo debía ser aragonés". Y supongo que se trata de eso precisamente, que es la parte noble y bruta de San Pablo la que me llama la atención.

3 comentarios

Satori -

De hecho, hay autores que dan mcuhas razones para atribuir a San Pablo toda la deriva radical que lleva la Iglesia desde los primeros tiempos. Hizo que todo lo que se debería haber tomado con "símbolos",(como en otras religiones) se tomara al pie de la letra. No distinguió entre arquetipos y realidades... ¿quien le mandaría caerse del caballo?

acróbatas -

Sin duda, una de mis grandes pasiones es releer la Biblia siempre que puedo (para una atea convencida no está mal, ¿eh?). Por cierto, ¿qué tal esos paseos parisinos de la mano de Cortázar? Besos ;-)

Nevers -

la Epístola del aragonés que te comenté ayer,esa que sólo leen en las bodas, cuando resulta que deberíamos desayunar leyéndola: 1 Corintios 13

Y sí, es que cuanto más lo pienso, más creo que igual no debió nacer demasiado lejos de Alcolea ;)